Cinco siglos de espera podrían llegar a su fin a partir de este año, cuando el
gobierno de Nicaragua otorgue en concesión a una empresa de capital chino la
construcción de un canal interoceánico que, entre protestas locales y
escepticismo internacional, avanza con rapidez. Este jueves 13, la unicameral Asamblea Nacional legislativa aprobó de forma
urgente una polémica ley que allana el camino para que el año próximo comience
la construcción de la nueva conexión entre los océanos Pacífico y Atlántico y se
entregue en concesión
hasta por 100 años a un consorcio chino.
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